26 de Agosto, dos años sin ti. Esta mañana, recordándote, el Safari ha empezado a hacer el tonto y ha estado colapsado durante un tiempo, parpadeando estrepitosamente, igual que lo hacía la pantalla de mi móvil que flasheaba como loca, unas cuantas veces al día, durante tu última semana en casa. La tele, el amplificador, el móvil y hasta la nevera se disparaban, destelleando locamente durante tus últimos cuarenta días, parpadeando como las estrellas en el cielo oscuro de la noche. —Tienes poderes— te decía, bromeando. Gabi, eras, eres, un mago de los de verdad.
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