La técnica cada día nos asombra con inventos de nuevos dispositivos y cámaras tan inteligentes que sólo con dar a un botón ya graban fotos y películas de buena calidad… de imagen. Sí, el ojo está satisfecho con todos estos aparatos que juegan con él, que le ponen a prueba, que le dan placer, que le emulan. Son placeres, como dice Camile Paglia, propios de Apolo, del Dios masculino. El ojo es masculino. Los hombres miran, las mujeres sienten, dice Paglia. («Sexual Personae». Camille Paglia)
El ojo tiene un placer onanista, vacío, frío, distante, lejos del corazón y … fácil de olvidar y de ser substituido por otro.
Sólo cuando alguna de estas máquinas vacías, muestra «algo», vida, espíritu… cuando el ojo es capaz de «robar almas», es cuando la chispa se produce, cuando el conocimiento aparece y con él la fascinación y la alegria del sentir que hay sentido, que hay vida.
Cuando lo que se filma tiene SENTIDO es cuando se produce la magia de la comunicación y a ese fenómeno yo le llamo «tener un buen guión». Es así.
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