El juego de Hollywood

En la película de Robert Altman, “El juego de Hollywood” El personaje protagonista, un productor encarnado por Tim Robins, es subrepticiamente dirigido, manipulado, por un desconocido guionista quien le acaba obligando (siempre desde la sombra) a asesinar.

Este guión es una genial descripción del rol del guionista que Altman conoce perfectamente. Ya en la primera larga secuencia, cinematográficamente genial, vemos a los guionistas haciendo “pitchings”, vendiendo sus ideas (se suele tener más de una… 😉 al productor, quien los escucha desde el poder que implica la capacidad de hacer esas ideas realidad.
A lo largo de la historia vamos viendo como el todopoderosos productor acaba siendo víctima de un guionista oculto.
Altman deja bien claro hasta qué punto ese personaje invisible, que es el guionista, es realmente el dueño de la historia y no tan sólo porque conoce el desenlace, sino también porque sabe cuales son los motivos internos y externos de “su” personaje protagonista: el arco del personaje.